Un grupo de madres de familia de la Secundaria Federal Número Dos Emiliano Zapata, ubicada en la colonia Obrera Sur, se manifestó frente al plantel para denunciar una serie de agresiones y anomalías que, según ellas, son ignoradas por el director, el subdirector y el personal docente. Las madres afirman que las denuncias de los estudiantes no son atendidas adecuadamente.
Liliana Guadalupe García Flores, madre de una de las estudiantes, explicó que su hija, en una ocasión, se acercó a una maestra para solicitarle el teléfono y poder llamar a su madre, ya que un grupo de compañeras la estaba esperando para agredirla. Sin embargo, según García Flores, la docente le respondió de manera indiferente y le pidió que se retirara sin ofrecerle ayuda.
“El resultado fue que, al salir del plantel, la agredieron. Tuvo que intervenir la policía rosa para llevarla a casa. Existen muchas denuncias sobre la falta de acción y la mala actitud de todo el personal, incluido el director y la subdirectora, quienes no hacen nada para detener la violencia, tanto dentro del plantel como en sus alrededores”, comentó García Flores.
Preocupación y Movilización del Colectivo Mujeres Constructoras de Paz
Diana Salazar, miembro del colectivo Mujeres Constructoras de Paz, señaló que ha recibido múltiples quejas de madres de familia preocupadas y frustradas por la falta de respuesta de las autoridades escolares. Salazar afirmó que las madres han intentado, sin éxito, detener las agresiones, pero se encuentran con la indiferencia del director, quien, según ellas, rara vez está presente en el plantel.
“Existen casos de estudiantes que han resultado lesionadas y, aunque se presentan denuncias para evitar estas agresiones, no se toma ninguna acción. Todo parece indicar que el personal permite que las alumnas salgan y se peleen afuera, justificándose después al decir que las agresiones ocurrieron fuera de la escuela y que no pueden intervenir”, expresó Salazar.
La Urgencia de Intervención por Parte de las Autoridades Educativas
La movilización pacífica de las madres de familia surge como un llamado urgente a las autoridades educativas para que intervengan y tomen medidas para frenar la violencia y el acoso en la secundaria. Las madres aseguran que sus hijas se ven afectadas no solo físicamente, sino también emocionalmente, al punto que algunas han manifestado su deseo de no volver a clases debido a la inseguridad y al mal ambiente en el plantel.
Las madres y activistas esperan que, tras esta protesta, se implementen protocolos y medidas concretas que garanticen la seguridad y el bienestar de los estudiantes, tanto dentro de la secundaria como en sus alrededores.