La situación de incertidumbre en torno a la reactivación de Altos Hornos de México (AHMSA) sigue golpeando a los ex trabajadores de la siderúrgica. Cientos de ellos respondieron a una convocatoria para solicitar empleo en un conocido hotel de Monclova, llevando consigo carpetas con documentación en busca de una oportunidad laboral. Aunque muchos mantienen la esperanza, la mayoría reconoce que la necesidad los obliga a emigrar, dejando atrás a sus familias en busca de una vida más estable.
Un futuro incierto para AHMSA
Luis Alfonso González, ex obrero de la siderúrgica, expresó su desilusión respecto a la posibilidad de que AHMSA vuelva a operar. “Ya son dos años de paralización y todo sigue igual, a pesar de lo que se ha dicho sobre una posible reactivación”, comentó. Para González, la falta de actividad en la planta ha generado no solo una pérdida de empleos, sino también de esperanza para muchos trabajadores.
Además, señaló que las oportunidades laborales son particularmente escasas para las personas mayores de 50 años, quienes enfrentan mayores dificultades para ser contratadas. “Es lamentable salir de la ciudad, pero aquí no hay forma de encontrar trabajo. Decidí buscar en otro lugar por el bienestar de mi familia”, agregó.

Los jóvenes, una esperanza para la reactivación
Eduardo Tovar Pérez, otro ex trabajador de AHMSA, destacó que, a pesar de las adversidades, mantiene cierta esperanza en la reactivación de la empresa. Subrayó que los trabajadores más jóvenes deberían ser prioridad en caso de que se reinicien las actividades. “Si se reactiva, los jóvenes deben recibir las primeras oportunidades, ya que son el futuro de esta industria”, afirmó.
Sin embargo, Tovar reconoció que la situación sigue siendo incierta y que la posibilidad de que AHMSA recupere su antigua capacidad productiva parece cada vez más lejana.
Una migración forzada por la necesidad
Muchos ex trabajadores, como González y Tovar, coinciden en que la migración hacia otras ciudades es la única solución viable ante la falta de empleo en la región. Monterrey, por ejemplo, se perfila como uno de los destinos más frecuentes para quienes buscan trabajo, a pesar de las dificultades que implica dejar a sus familias atrás.
Uno de los principales desafíos que enfrentan es el desarraigo emocional. “Es una situación bastante pesada. Nos vamos porque no hay otra opción, pero alejarnos de nuestros seres queridos es lo más difícil”, compartieron varios ex obreros.
La economía de Monclova, afectada por el estancamiento de AHMSA
La crisis de AHMSA no solo ha afectado a los trabajadores y sus familias, sino también a la economía de Monclova y la región circundante. La falta de reactivación de la siderúrgica ha generado un efecto dominó, impactando a negocios locales y sectores relacionados con la industria.
Aunque algunas autoridades han prometido soluciones, los avances han sido limitados. Mientras tanto, las familias dependen de recursos externos, como remesas enviadas por los miembros que han emigrado en busca de empleo.
Conclusión: Una comunidad en busca de soluciones
La situación de los ex trabajadores de AHMSA refleja la compleja realidad de una región que depende en gran medida de una industria estancada. La falta de alternativas locales obliga a muchos a buscar oportunidades lejos de casa, enfrentando incertidumbre y sacrificios. Si bien algunos aún tienen esperanzas de una reactivación, otros ya han aceptado que el panorama difícilmente cambiará. Lo que es claro es que, para Monclova y sus habitantes, el futuro depende de una solución concreta y urgente.