🧭 ¿Qué opciones tiene México ahora?
1. Seguir otras demandas en curso
- El gobierno mexicano ya emprendió otras acciones legales, pero no contra fabricantes, sino contra tiendas de armas específicas en EE. UU., como en el caso de Diamondback Shooting Sports, en Arizona.
- Estas tiendas sí están más directamente vinculadas con las ventas al menudeo y podrían tener menos protección legal que los fabricantes.
2. Reformular futuras demandas
- México y organizaciones como Global Action on Gun Violence podrían:
- Enfocar nuevas demandas contra distribuidores intermediarios.
- Recabar y presentar evidencia concreta de transacciones ilícitas o negligencia intencional.
- Apoyarse en leyes estatales más estrictas, como en Massachusetts o Nueva York, donde ha habido demandas exitosas contra armerías bajo excepciones de “prácticas comerciales irresponsables”.
3. Presionar por cambios legislativos en EE. UU.
- Aunque improbable a corto plazo, México puede sumarse a grupos civiles y estatales que buscan derogar o modificar la PLCAA.
- La administración Biden ha expresado, en varias ocasiones, su preocupación por la exportación de armas, aunque no ha impulsado reformas sustanciales al respecto.
⚖️ ¿Qué implicaciones tiene este fallo?
- Refuerza el blindaje legal de la industria armamentista estadounidense, una de las más poderosas políticamente.
- Pero también reconoce la existencia del problema: “No dudamos que las ventas a traficantes ocurren y que los fabricantes lo saben”, escribió Kagan.
- No descarta que futuras demandas más precisas y con evidencia específica puedan proceder.
📌 Conclusión: México perdió esta batalla, pero no la guerra
El fallo de la Corte Suprema es un golpe jurídico, pero también ofrece una hoja de ruta para continuar la lucha legal desde un ángulo diferente. El reto será:
- Probar negligencia específica y directa.
- Actuar contra intermediarios con menos inmunidad legal.
- Ampliar la estrategia internacional, incluyendo litigios en otras jurisdicciones o foros multilaterales.
