El 18 de junio, autoridades federales confirmaron el hallazgo de una mini refinería en Coatzacoalcos, Veracruz, donde entre cinco y diez personas laboraban en turnos nocturnos, según especialistas del caso.
El doctor Jorge Cárdenas, maestro en Ciencias Químicas de la UNAM, afirma que el arranque del proceso química lo dirige un ingeniero químico; luego participan técnicos. Su estimación es que obtenían gasolina de baja calidad, entre 20 y 30 % más rentable que la del mercado.
Funcionamiento técnico de la planta
El doctor Cárdenas describe la técnica como una destilación sencilla. Menciona que extraían gasolina de apenas 50 octanos y que surtían calles con huachicol por falta de control. Explica:
“Supongamos que vamos a hacer un té… Esos vapores, un ingeniero lo que va a hacer es conducirlos a otro lado para que se condense…”
Destaca que se requiere una estructura con reactores, ductos, condensadores y enfriadores (chillers), lo cual no cualquiera puede operar.
Hipótesis sobre el origen del crudo
Químicos e ingenieros civiles consultados afirman que existen dos posibles rutas.
Ductos perforados: grupos del crimen organizado extraen crudo de ductos y lo transportan en pipas.
Descarga en puerto: transporte desde buque hacia la planta.
Tras esto, agregan aditivos y venden el combustible con un precio 20 a 30 % mayor que el precario precio base.
Luis Miguel Labardini, de Marcos y Asociados Consultoría Energética, afirma que solo se requiere personal con conocimientos técnicos básicos para operar la instalación. Advierte que al replicar la “receta” el proceso se simplifica. También lamenta que la situación recuerda a Nigeria por la ausencia del Estado de derecho.
Las fuentes señalan que la obra requirió ingenieros civiles especializados en refinerías, con una inversión estimada en 5 millones de dólares. Se calcula que la planta operaba desde hace más de cuatro años.
El doctor Gabriel Vera, investigador en Ciencias Químicas, asegura que una instalación puede quedar operativa en una semana, más pruebas. Si el personal carece de capacitación, tardarían meses.
Alejandro Lares, presidente de la Asociación de Egresados de la Academia Nacional del FBI Grupo México, explica que las células delictivas tienen perforadores instruidos para abrir y cerrar ductos. Señala que se necesita un ingeniero para procesar el material y un químico para separar compuestos, agregar aditivos y comercializarlo.
“El ingeniero nos va a decir que se puede procesar de ese material… el químico va a hacer la separación de los componentes (…)”
Labardini agrega que es probable que excolaboradores de Pemex estén involucrados, pues conocen bien el proceso de refinación.
La eliminación de esta mini refinería clandestina evidencia una operación sofisticada con personal técnico especializado, infraestructura costosa y apoyo interno. El uso de conocimientos de Pemex y la ausencia de control estatal permitieron tanto su instalación como su funcionamiento por años en Coatzacoalcos.
