Una planta ilegal de procesamiento de hidrocarburos fue construida desde 2019 en Coatzacoalcos, Veracruz, bajo el nombre Energía Ecorenovable. Usaron redes sociales para contratar químicos y deforestaron el terreno sin permisos ni reportes a autoridades.
Una revisión de imágenes satelitales revela que desde 2019 inició la construcción de una minirrefinería clandestina en las inmediaciones de la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa, en un terreno deforestado sin permisos visibles.
La planta operaba con el nombre Energía Ecorenovable S.A. de C.V., bajo la fachada de tratar residuos industriales. Sin embargo, fue asegurada recientemente por el Gobierno Federal, por su vinculación con actividades de huachicoleo.
- Agosto 2017: Imágenes de Google Maps muestran el terreno cubierto por vegetación.
- Agosto 2019: El área ya aparece desmontada, con maquinaria pesada, sin permisos visibles ni señalización oficial.
- 2022-2024: La infraestructura se consolida: se levantan bardas, se colocan cámaras, y se instalan contenedores industriales.
Lo más grave: nadie reportó la tala ni la obra, pese a su cercanía con una torre de alta tensión de CFE.
- Fachada de “residuos industriales”
- Barda improvisada con alambre y madera → luego sustituida por una de cemento
- Entrada de terracería sin señalización ni razón social
- Sin número de permiso de obra ni registro ambiental visible

Incluso, colocaron letreros intimidatorios:
“Propiedad privada. No pasar. Área electrificada. No respondemos por su seguridad”
La empresa operadora Energía Ecorenovable buscaba personal especializado desde 2017, según publicaciones en Facebook:
- Requisitos: Doctorado o maestría en Química Analítica
- Experiencia en cromatografía de gases
- Disponibilidad para radicar en Villahermosa, Tabasco
La convocatoria iba dirigida a aspirantes que debían enviar sus datos a Valentina Dionicio, presunta apoderada legal de la empresa.
- Para abril de 2024, la entrada ya contaba con cámaras de seguridad y espejo de vigilancia.
- En 2025, fue detectado un contenedor industrial de gran capacidad, posiblemente usado para almacenar combustibles.
- No había letreros con nombre de empresa ni registros oficiales visibles.
Pese a su dimensión, evolución visible en imágenes satelitales y reclutamiento abierto en redes, ninguna autoridad estatal, ambiental o municipal actuó en seis años.
Solo ahora, con la intervención federal, se reveló que se trataba de una planta de procesamiento de combustibles robados, edificada sin control ambiental, urbano ni energético.
