En la región centro de Coahuila, incluyendo Monclova, no existe una casa hogar especializada para adolescentes de 11 a 16 años, lo que representa un desafío importante para las autoridades y las familias que enfrentan situaciones complejas con jóvenes en esta franja de edad. Actualmente, estos menores deben ser enviados a otros municipios del estado, lo que dificulta su rehabilitación y el contacto cercano con sus familias.
Este problema resalta la urgencia de contar con un centro de atención local para adolescentes, como lo demuestra el reciente caso de Kimberly, una menor monclovense que estuvo bajo la atención de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF).
El caso de Kimberly: un ejemplo del vacío institucional
Kimberly, una adolescente de Monclova, se convirtió en el centro de atención de las autoridades cuando fue reportada como desaparecida. Posteriormente, se descubrió que su abuela la mantenía escondida debido a su temor por la seguridad de la menor en el hogar de su madre. Según los reportes, Kimberly habría señalado que la pareja de su madre intentó sobrepasarse sexualmente en diversas ocasiones, lo que llevó a su abuela a tomar medidas drásticas para protegerla.
Tras ser localizada, Kimberly fue enviada temporalmente a la casa hogar Alva Moreira, mientras se gestionaba su traslado a un albergue en otro municipio. Sin embargo, este caso pone de manifiesto la falta de un espacio seguro y adecuado en Monclova para adolescentes en situaciones similares.
Declaraciones de PRONNIF: la necesidad de un albergue local
Martha Herrera, subprocuradora de PRONNIF, explicó que aunque Kimberly se encuentra bajo resguardo temporal, la ausencia de un centro especializado para adolescentes en la región centro complica la atención integral que estos menores necesitan. Herrera destacó que, si bien reciben apoyo en otros albergues foráneos, la distancia afecta el proceso de recuperación, ya que limita la participación de las familias en terapias y actividades de integración.
“La falta de proximidad con sus familias provoca que muchos de estos jóvenes sean olvidados o abandonados emocionalmente, lo que ralentiza o incluso dificulta su recuperación total. Nuestra meta es que estos adolescentes puedan reintegrarse plenamente a la sociedad lo antes posible”, afirmó Herrera.
La ausencia de una casa hogar en Monclova afecta tanto a los adolescentes como a sus familias. Algunos de los principales desafíos incluyen:
Dificultades para mantener contacto regular: Las familias enfrentan problemas económicos y logísticos para visitar a los menores en albergues ubicados en otros municipios, lo que reduce la frecuencia de las interacciones y la posibilidad de trabajar juntos en terapias familiares.
Mayor vulnerabilidad emocional: La falta de contacto cercano y el aislamiento prolongado pueden intensificar problemas emocionales o psicológicos en los adolescentes, dificultando su proceso de recuperación.
Retraso en la reintegración social: Sin el apoyo constante de sus familias y un entorno conocido, el camino hacia la reintegración social se vuelve más complejo y prolongado.
Carga adicional para las autoridades: PRONNIF y otras instituciones deben gestionar traslados, seguimiento y coordinación con albergues lejanos, lo que aumenta la carga administrativa y los costos operativos.
Una solución necesaria: la creación de un albergue local
Para enfrentar esta problemática, es crucial que las autoridades consideren la creación de un albergue especializado para adolescentes en Monclova. Este espacio podría brindar:
Atención integral en salud mental y emocional.
Terapias familiares que fortalezcan los lazos entre los menores y sus parientes.
Rehabilitación en un entorno cercano que facilite la participación activa de las familias.
Mayor eficiencia en el manejo de casos por parte de PRONNIF y otras instituciones locales.
Conclusión: el llamado a la acción
La falta de una casa hogar para adolescentes en Monclova y la región centro no solo representa un vacío en la infraestructura social, sino que también dificulta la protección y recuperación de menores en situaciones vulnerables. Casos como el de Kimberly evidencian la necesidad urgente de contar con un espacio local que brinde atención integral a jóvenes de 11 a 16 años.
Invertir en la creación de un albergue local no solo beneficiaría a los menores y sus familias, sino que también fortalecería el tejido social de la comunidad al garantizar que ningún adolescente quede a la deriva. Este es un llamado a las autoridades y a la sociedad para trabajar juntos en la construcción de un futuro más seguro y esperanzador para los jóvenes de Monclova.