La desaparición de Kimberly Jaquellin Tolentino Raygoza, una adolescente de 15 años, ha destapado un entramado de presuntas negligencias familiares y fallas institucionales. Según su abuela materna, Lizeth Fernández Guerra, la joven habría intentado escapar de un entorno de violencia en su hogar que, de acuerdo con sus declaraciones, pudo ser determinante en su desaparición.
Acusaciones de maltrato y omisiones graves
Fernández Guerra relató en entrevista que Kimberly vivía una situación de maltrato físico y psicológico en casa, además de haber denunciado en repetidas ocasiones acoso y tocamientos inapropiados por parte de su padrastro. Sin embargo, sus señalamientos habrían sido ignorados por su madre, Sandra Lizeth Raygoza Fernández, y por las autoridades competentes.
“A mi nieta no la escucharon. Fue entregada nuevamente a un lugar donde no se sentía segura. Yo hice todo lo que estuvo en mis manos: acudí a Derechos Humanos y a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PRONNIF), pero no consideraron las pruebas ni su testimonio”, afirmó Fernández Guerra.
El último día que fue vista
La última vez que Lizeth Fernández vio a su nieta fue el 5 de noviembre de 2024, tras una audiencia en la PRONNIF donde, según la abuela, las autoridades determinaron regresar a Kimberly con su madre, a pesar de las advertencias sobre el peligro que representaba dicho entorno.
“Responsabilizo a mi hija, Sandra Lizeth Raygoza Fernández, de lo que le pueda pasar a Kimberly. Ella pidió estar conmigo en varias ocasiones, pero nunca le permitieron quedarse bajo mi cuidado”, denunció Fernández Guerra.
Ese mismo día, Kimberly tenía programada una audiencia clave donde se esperaba que formalizara una denuncia por los episodios de violencia que, presuntamente, vivía en su hogar. La abuela no descarta que su hija y su yerno hayan intervenido para evitar que la joven asistiera.
Sospechas sobre el padre biológico
Por otro lado, Miguel Ángel Tolentino, padre biológico de Kimberly, ha generado sospechas por su aparente indiferencia ante la desaparición de su hija.
“Su tranquilidad es extraña. Creo que sabe más de lo que dice”, insinuó Fernández Guerra, quien exigió que también se investigue su posible implicación.
Llamado urgente a las autoridades
Con el temor de que Kimberly pueda estar siendo retenida en contra de su voluntad, su abuela hace un llamado urgente a las autoridades para que:
- Cateen los domicilios de los padres de la menor.
- Investiguen a fondo las acusaciones contra su madre, su padrastro y su entorno cercano.
La desaparición de Kimberly no solo ha puesto en evidencia los conflictos familiares, sino también las fallas en los protocolos de protección a menores, pues las denuncias previas no evitaron que fuera regresada al entorno del que intentaba escapar.