Monclova, Coahuila.- La creciente proliferación de taxis de aplicación en Monclova y Frontera ha generado inquietud entre los taxistas tradicionales, quienes denuncian una competencia desleal y la falta de regulación efectiva por parte de las autoridades. Según estimaciones del dirigente cetemista Javier Hernández del Ángel, actualmente operan cerca de mil unidades de este tipo, muchas de ellas fuera de la legalidad.
Un crecimiento imparable por falta de control
Hernández del Ángel señaló que la ausencia de voluntad política y el escaso control sobre estas unidades han permitido su expansión desmedida. “Todos los días aumenta el número. Cualquier persona con un vehículo nuevo puede ofrecer el servicio mediante aplicaciones, y en algunos casos, ni siquiera las utilizan. Simplemente se paran en esquinas, y cuando ven que alguien necesita transporte, ofrecen llevarlo”, explicó.
Esta práctica informal ha transformado el panorama del transporte público en la región, generando preocupación entre los taxistas tradicionales que enfrentan mayores restricciones y sanciones.
Competencia desleal y falta de igualdad en las sanciones
El dirigente cetemista criticó que, mientras los taxis de aplicación operan libremente y sin supervisión, los taxistas convencionales enfrentan estrictas regulaciones.
“Los taxistas tradicionales no pueden recoger pasaje fuera de su municipio sin ser sancionados. En cambio, los de aplicación entran a Frontera, recogen pasaje y no pasa nada. Contra ellos no hay acciones, mientras que a nosotros nos aplican la ley con mano dura”, denunció.
La informalidad como alternativa de empleo
Hernández del Ángel también destacó que muchas de estas unidades son operadas por personas que se han quedado sin empleo y ven en el servicio de taxi una forma de sustento.
“Con o sin aplicación, es una práctica que sigue creciendo. No hay manera de detener el aumento mientras no exista un registro obligatorio y se les obligue a pagar impuestos, como ocurre con los taxis tradicionales”, indicó.
Esta situación no solo afecta la competitividad de los taxistas convencionales, sino que también crea un vacío en términos de regulación y seguridad para los usuarios.
Una propuesta para regular el servicio
El dirigente de la CTM propuso implementar un padrón obligatorio para los taxis de aplicación, similar al que se exige a los taxistas tradicionales. Este registro permitiría identificar a las unidades y a sus conductores, facilitando la aplicación de sanciones en caso de quejas o incumplimientos.
“Es necesario que las autoridades actúen, que metan orden y regulen este servicio. Mientras no lo hagan, seguirán trabajando en la ilegalidad, y los problemas para los taxistas tradicionales y los usuarios continuarán”, enfatizó.
Un llamado a la acción
La falta de regulación sobre los taxis de aplicación es un problema que requiere atención urgente. Según Hernández del Ángel, la negativa de las autoridades a intervenir no solo afecta a los taxistas tradicionales, sino que también pone en riesgo a los usuarios, al no contar con un sistema que garantice la seguridad y la calidad del servicio.
“Mientras no haya un control efectivo, esta situación seguirá creciendo. Los taxistas tradicionales estamos siendo desplazados por una competencia desleal que opera sin restricciones. Es momento de que las autoridades tomen cartas en el asunto y establezcan reglas claras para todos”, concluyó.
Conclusión: La urgencia de una regulación equitativa
El caso de los taxis de aplicación en Monclova y Frontera evidencia la necesidad de una regulación que garantice igualdad de condiciones para todos los prestadores de servicios de transporte público. Si bien el crecimiento de este sector responde a una demanda de empleo y movilidad, también plantea desafíos que deben ser atendidos para evitar un impacto negativo en la economía local y en la seguridad de los usuarios.
Solo mediante el diálogo y la implementación de políticas claras será posible alcanzar un equilibrio entre innovación y justicia en el transporte público.
