Monclova, Coahuila; 27 de mayo de 2025. Ante el aumento de visitantes en los parajes conocidos como Charco Azul y Charco San Pedro, la Dirección de Protección Civil y Bomberos solicitó a CONAGUA la realización de un estudio técnico que permita conocer la profundidad y las condiciones del interior de estos cuerpos de agua, con el fin de prevenir accidentes.
Pedro Alvarado Flores, director de la dependencia, explicó que en los últimos días ha crecido considerablemente el número de personas que acuden a refrescarse al río Monclova, muchas de ellas sin tomar precauciones básicas. Subrayó que, al desconocerse la profundidad exacta y lo que hay en el fondo, se incrementa el riesgo de que ocurra un percance.
“No sabemos ni la profundidad ni lo que hay. Puede que eso sea factor para un accidente, por eso la urgencia de que CONAGUA practique el estudio. Con esa información podríamos orientar a los bañistas sobre los puntos donde no deben nadar o permanecer dentro del agua”, señaló.
Piden precaución ante crecimiento del caudal
El funcionario agregó que las lluvias recientes han elevado el nivel del río, lo que ha incrementado la presencia de bañistas, incluyendo niños, adolescentes y adultos. Esta situación, reconoció, representa un riesgo, especialmente cuando no se respetan medidas de seguridad ni se sigue la orientación del personal de auxilio.
Detalló que elementos de Protección Civil realizan recorridos diarios por las zonas más concurridas para brindar recomendaciones a los visitantes. Además, se les pide que abandonen el sitio al anochecer para evitar incidentes en condiciones de poca visibilidad.
“Cuando empieza a oscurecer es cuando se les pide que salgan. Los elementos recorren todas las áreas donde la gente acostumbra nadar y permanecen ahí por buen rato para que nadie se quede dentro. Son medidas que se tomaron para proteger la integridad de los bañistas”, enfatizó.
Pedro Alvarado reiteró la importancia del estudio solicitado a CONAGUA, ya que con información clara sobre el terreno subacuático se podrán establecer zonas seguras y restringidas, minimizando así el riesgo de accidentes por inmersión.