Las festividades en honor a la Virgen de Guadalupe han vuelto a reunir a miles de fieles católicos, quienes se congregaron en diversas actividades religiosas para expresar su devoción y renovar su compromiso espiritual. Este evento, celebrado con fervor en Monclova, destacó por su alcance y significado, uniendo a personas de diferentes comunidades en torno a una causa común: la fe en la Virgen de Guadalupe.
El sacerdote José Trinidad Pulido, encargado del Santuario de Guadalupe, detalló que las celebraciones incluyeron peregrinaciones, rosarios y otros actos de fe que conformaron un calendario lleno de actividades religiosas y sociales.
“La Virgen de Guadalupe es un símbolo de amor y protección para los creyentes, y estas fiestas son una oportunidad para renovar nuestra fe y encomendar nuestras vidas a su cuidado”, expresó.
Rosarios y peregrinaciones: Un acto de unión y esperanza
El evento comenzó con la realización de rosarios en diferentes puntos de la ciudad, una tradición que marca el inicio de estas festividades. Posteriormente, miles de creyentes participaron en una peregrinación multitudinaria que recorrió las calles de Monclova. Durante el trayecto, los fieles oraron juntos, demostrando que la fe compartida puede ser un factor unificador en tiempos de adversidad.
La peregrinación fue un reflejo de la devoción colectiva y una muestra de gratitud hacia la Virgen de Guadalupe, quien, según los participantes, es fuente de esperanza en momentos difíciles. Muchas personas acudieron con peticiones específicas, como salud, trabajo y bienestar para sus familias.
Un llamado especial por los trabajadores de Altos Hornos de México
Un aspecto destacado de este año fue la oración dedicada a los trabajadores de Altos Hornos de México y sus familias. La empresa, históricamente vinculada a la comunidad de Monclova, atraviesa una situación económica complicada que ha dejado a muchos sin empleo. El sacerdote Pulido enfatizó la importancia de incluir en las oraciones a quienes enfrentan incertidumbre laboral y emocional.
“Es necesario pedir por aquellos que han perdido su trabajo, para que pronto encuentren una oportunidad que les permita vivir con dignidad”, señaló.
Además, recordó que, en años anteriores, la empresa organizaba misas especiales en honor a la Virgen y permitía la participación de los empleados y sus familias en estas celebraciones dentro de las instalaciones. Este vínculo entre la fe y la vida laboral se ha mantenido como una tradición importante en la región.

Apoyo espiritual y emocional en tiempos de crisis
El Santuario de Guadalupe no solo ha sido un espacio para la oración, sino también un lugar de refugio emocional para muchas personas afectadas por la falta de empleo y las dificultades económicas.
“Diariamente recibimos a trabajadores y sus familias, quienes buscan consuelo espiritual en estos tiempos de angustia”, compartió el sacerdote.
Asimismo, destacó la atención brindada a jóvenes que enfrentan desesperación por la falta de oportunidades laborales. A través de consejos y palabras de aliento, se busca mantener viva la esperanza en ellos. “La fe en María de Guadalupe es un motor para seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros”, afirmó.

El mensaje de esperanza de la Virgen de Guadalupe
En medio de las festividades, el mensaje principal giró en torno a no perder la fe, incluso frente a la adversidad. “La inquietud y desesperación de muchas personas han sido entregadas a la Virgen de Guadalupe. Confiamos en que, a su debido tiempo, llegará la luz que transformará esta situación”, aseguró el sacerdote Pulido.
La celebración culminó con una misa solemne en el Santuario de Guadalupe, donde miles de creyentes se unieron en oración para agradecer y renovar su compromiso espiritual. El evento no solo fue un recordatorio de la importancia de la fe en tiempos de prueba, sino también un llamado a la solidaridad y al apoyo mutuo entre la comunidad.