Monclova, Coahuila, 15 de abril de 2025 – La campaña “Desayuno Sano” implementada en las escuelas debe ir acompañada de una orientación constante a padres de familia y estudiantes, ya que no será fácil modificar los hábitos de consumo de alimentos clasificados como comida chatarra, afirmó Humberto Prado Montemayor, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
Impacto en la salud infantil
Prado Montemayor destacó que esta medida sanitaria es fundamental para la salud de los estudiantes, ya que el consumo de productos ultraprocesados es una de las principales causas de obesidad infantil y, con el tiempo, de diabetes juvenil.
“Desde siempre se hizo costumbre consumir frituras, golosinas y otros alimentos que favorecen el sobrepeso. En cierta forma, es parte de la cultura alimenticia de los mexicanos, por lo que se requerirá mucha voluntad y participación de los padres de familia para modificar estos hábitos”, señaló.
Compromiso también en el hogar
El empresario subrayó que el éxito de esta iniciativa depende en gran medida de la responsabilidad de los padres, ya que de poco servirá restringir la venta de comida chatarra en las escuelas si al salir los niños tienen acceso a estos productos.
“Es necesario que la prohibición en las escuelas vaya acompañada de una educación alimentaria en casa. Si los padres permiten que sus hijos sigan consumiéndolos fuera del plantel, el esfuerzo será en vano”, advirtió.
Prado Montemayor concluyó que mientras no se erradique esta cultura de consumo, será difícil obtener resultados positivos en materia de salud, pues las bebidas azucaradas y productos ultraprocesados siguen siendo un factor de riesgo para diversas enfermedades.