En un escándalo que involucra a la Directora del DIF, Iaqueline Montelongo, y al Alcalde Roberto Piña, se ha destapado un presunto desmantelamiento de propiedades e irregularidades en el funcionamiento del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como en los centros comunitarios de la ciudad.
Según las denuncias, Montelongo, a tan solo un mes de su salida del cargo, está retirando mobiliario y equipos de las instalaciones, que incluyen minisplit, escritorios, sillas, archiveros e incluso ollas que, al parecer, se utilizaban para preparar alimentos para los adultos mayores. Estos alimentos, se menciona, no eran de la mejor calidad, y en muchos casos, los mismos beneficiarios del programa de comida se quejaban de que los platillos estaban en mal estado.
Se asegura que la propia Iaqueline Montelongo era quien cocinaba los platillos con las despensas que se adquirían con los 8,500 pesos semanales que la Tesorería Municipal le otorgaba, bajo la aprobación del alcalde Roberto Piña. Sin embargo, los adultos mayores denunciaban problemas digestivos y problemas de salud tras consumir los alimentos, con algunas personas mencionando que Montelongo utilizaba sobras de sus fiestas familiares para preparar la comida.
Robos y mal manejo de recursos
De acuerdo con las denuncias, la directora del DIF no solo se habría encargado de desmantelar las instalaciones, sino que además se señalaba su participación en un robo sistemático de materiales. Entre las acusaciones, se destaca la desaparición de una olla durante una cabalgata, que se descubrió que había sido sustraída por ella misma.
Además, se indica que Montelongo también se habría aprovechado de los recursos destinados a aparatos ortopédicos para los beneficiarios, desviando parte del dinero y buscando donaciones de equipos que posteriormente registraba como compras, en un intento de quedarse con el dinero destinado para estos fines.
Ambiente laboral tóxico
Las acusaciones no se limitan solo a mal manejo de recursos, sino también a trato abusivo hacia los empleados. Variados testimonios aseguran que Montelongo era una persona difícil y maltratadora, lo que llevó a varios empleados a renunciar o ser despedidos, a menudo de manera injustificada, solo para rodearse de personas que estuvieran dispuestas a callar sus irregularidades.
Desvío de ganancias en unidades deportivas
Por si fuera poco, se señala que Iaqueline Montelongo también manejaba de manera personal las cooperativas de las unidades deportivas, donde se habrían generado jugosas ganancias que, según las denuncias, compartía con el alcalde Roberto Piña. Este tipo de acuerdos secretos entre ambos funcionarios se han convertido en un tema de debate en la ciudad, dado el alto nivel de desconfianza que genera esta administración.
Mala administración y corrupción
Este panorama de desorganización y corrupción ha puesto en evidencia una de las administraciones más controvertidas en la historia de Ciudad Frontera, dejando en claro el mal manejo que se ha hecho del DIF y las unidades deportivas. Los ciudadanos y empleados del municipio exigen una investigación profunda sobre las irregularidades y que se haga justicia por los recursos que, según se indica, fueron malgastados o desviados para fines personales.
Las autoridades locales aún no se han pronunciado sobre las denuncias, pero la ciudadanía sigue esperando respuestas y acciones concretas ante los señalamientos que afectan la confianza pública en sus gobernantes.