A dos años del cierre de Altos Hornos de México (AHMSA), los empresarios locales, después de los obreros, han sido los más afectados, obligados en muchos casos a emigrar hacia otras ciudades o estados en busca de trabajo.
Adaptación y recortes
Salvador Kamar, empresario local, compartió que, aunque mantiene la esperanza de que la acerera se reactive, ha tenido que buscar alternativas para mantener a flote su negocio. Esto incluyó despedir al 60% de su personal, conservando únicamente a aquellos empleados que están dispuestos a desplazarse según las necesidades de la empresa.
Incremento de costos
Kamar señaló que los costos operativos han aumentado significativamente, obligando a tomar decisiones difíciles como ajustes de personal y reducciones en gastos, a la espera de mejores noticias sobre la posible reactivación de AHMSA.
La situación refleja el impacto prolongado del cierre de la siderúrgica en la economía local y la resiliencia de los empresarios por adaptarse a las circunstancias adversas.