Hace 36 años, Monclova celebró un concurso para elegir el “Traje Representativo de la Mujer Monclovense”, un evento que destacó el orgullo y la identidad de la ciudad. El diseño ganador fue presentado por la licenciada María José Avilés Luna, quien se inspiró en la ubicación geográfica y la evolución étnica, cultural e industrial de Monclova.
El traje ganador rendía homenaje a los orígenes de las tribus nómadas que habitaron la región. Estaba confeccionado con pieles de gamuza y conejo en el cinturón, elementos que representaban la estrecha conexión de los antiguos pobladores con la naturaleza. La franja azul bordada con canutillo y chaquira, que recorría las mangas y la falda, simbolizaba el río Monclova, una de las riquezas naturales más importantes del lugar.
Detalles que narran una historia
El diseño también reflejaba las nogaleras características de Monclova, representadas en las hojas de nogal que adornaban el cinto y delineaban las aberturas laterales de la falda. Cada detalle del traje, desde sus materiales hasta sus bordados, narraba la historia de una ciudad forjada por la naturaleza y la industria.
Entre otros aspectos destacados, el vestido encapsulaba la esencia de Monclova en una obra artística que trascendió su tiempo.
Reconocimiento al legado cultural
En la imagen del recuerdo, la modelo ganadora posa junto al entonces presidente de la CANACO Monclova, el licenciado Gerardo Múzquiz, quien jugó un papel importante en la promoción de este concurso cultural. Este evento marcó un hito en la identidad de la ciudad, resaltando la riqueza histórica y cultural de la región.
El cronista municipal Arnoldo Bermea compartió este valioso dato histórico para preservar la memoria de un momento significativo en la historia de Monclova.