Irán respondió con firmeza a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reiteró que no busca un cese al fuego, sino una “victoria total y completa”.
A través de su cuenta oficial en la red social X, la Embajada de Irán en Estados Unidos tachó a Trump de “mentiroso” y aseguró que “Irán no negocia bajo coacción, no aceptará la paz bajo coacción”.
El ayatolá Ali Khamenei, líder supremo iraní, también emitió un mensaje directo:
“La nación iraní se opone firmemente a una guerra impuesta, como se opondrá firmemente a una paz impuesta. Esta nación nunca se rendirá a los dictados de nadie.”
Desde la Casa Blanca, Trump afirmó que Irán podría estar “a unas semanas” de desarrollar un arma nuclear:
“Llevo 20 años, quizá más, diciendo que Irán no puede tener un arma nuclear. Creo que han estado a unas semanas de tenerla”.
Aunque dejó abierta la posibilidad de un ataque militar, aclaró que aún no ha tomado una decisión:
“Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Nadie sabe lo que voy a hacer”.
Al ser cuestionado por periodistas, Trump señaló que “todo puede pasar” con respecto a un eventual colapso del régimen iraní.
También indicó que su gobierno tiene “planes para todo”, incluyendo escenarios bélicos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por una posible escalada militar en la región:
“Cualquier intervención militar adicional tendría enormes consecuencias para Medio Oriente”.
El presidente ruso Vladimir Putin afirmó que Irán no ha solicitado ayuda militar, aunque instó a una solución diplomática.
Por su parte, Corea del Norte calificó la ofensiva israelí contra Irán como un “acto ilegal” y un “crimen contra la humanidad”.
La misión permanente de Irán ante la ONU negó cualquier intento de negociación con Trump. Afirmó:
“Ningún funcionario iraní ha pedido jamás humillarse ante la Casa Blanca. Lo único más despreciable que sus mentiras es su cobarde amenaza de ‘eliminar’ al líder supremo de Irán [Ali Khamenei]”.
Asimismo, el gobierno iraní advirtió que responderá “con medidas recíprocas” a cualquier amenaza o acción militar por parte de Estados Unidos.
Debido al aumento de tensiones entre Israel e Irán, el Departamento de Estado evacuó a diplomáticos no esenciales y familiares de la embajada estadounidense en Israel.
Según medios como Axios, Trump preguntó al Pentágono si las bombas GBU-57 A/B podrían destruir la instalación nuclear subterránea iraní de Fordow. Aunque el Pentágono respondió que cree que sí, dichas bombas no han sido probadas en condiciones reales.
El embajador Mike Huckabee informó que se están organizando vuelos y barcos para evacuar a ciudadanos estadounidenses en la región.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su gratitud hacia Trump por el apoyo a la “defensa del cielo israelí”.
Mientras tanto, según la organización Human Rights Activists, con sede en Washington, los ataques de Israel contra Irán han dejado 639 muertos y mil 329 heridos.
Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, declaró en marzo que Irán no está desarrollando armas nucleares y que Ali Khamenei no ha autorizado reactivar el programa suspendido en 2003.
Trump minimizó estas afirmaciones y reiteró que su prioridad es impedir que Irán obtenga el arma nuclear:
“No estamos buscando un cese el fuego. Estamos buscando una victoria total y completa. Ya saben lo que la victoria significa: no armas nucleares”.
