Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analiza si intervenir militarmente en el conflicto entre Israel e Irán, la mayoría de los ciudadanos estadounidenses se muestran en contra de esa posibilidad.
De acuerdo con una encuesta de YouGov, 60% de los estadounidenses se oponen a una intervención militar en Medio Oriente, y sólo el 16% considera que el país debería involucrarse directamente.
Además, 56% de los encuestados dijeron que Estados Unidos debería buscar una vía diplomática y reanudar negociaciones nucleares con Irán, postura que contrasta con el 32% que se oponía a ese diálogo en 2015, durante el gobierno de Barack Obama.
El mismo estudio reveló que:
- 36% de los estadounidenses consideran a Israel como un aliado
- Casi la mitad lo ven como “amigo” o no están seguros
- 10% lo califican de hostil
- 6% lo consideran un enemigo
En contraste, 50% consideran a Irán como un enemigo, y 25% lo califican como nación hostil. Apenas un 5% lo ve como un aliado o amigo.
Una encuesta adicional, publicada por CNN, refuerza esta tendencia: 83% de los republicanos y 79% de los demócratas rechazan que Irán adquiera armas nucleares. Sin embargo, ambos sectores coinciden en oponerse a una intervención militar directa.
Según CNN, aunque existe preocupación por el programa nuclear iraní, la mayoría no lo considera un problema inmediato que justifique una acción armada.
El representante Thomas Massie, republicano de Kentucky, escribió en X:
“Esta no es nuestra guerra. Pero si lo fuera, el Congreso debería decidir estos asuntos conforme a nuestra Constitución”.
Por su parte, la congresista Marjorie Taylor Greene afirmó:
“Las guerras, intervenciones y cambios de régimen en el extranjero ponen a Estados Unidos en último lugar, matan a inocentes, nos están arruinando y conducirán a nuestra destrucción”.
Ambos reflejan el ala republicana que prioriza la doctrina de “Estados Unidos primero”, impulsada por Trump.
En contraste, el senador republicano Lindsey Graham sostuvo que Trump ya intentó el diálogo y que ahora “es momento de eliminar la amenaza nuclear”. Señaló:
“Hay que tener socios dispuestos a hacer la paz. Irán jugó el mismo viejo juego con el tipo equivocado”.
El propio Trump reconoció que parte de sus simpatizantes están “algo descontentos” y reiteró que no busca un conflicto prolongado:
“No estamos buscando un conflicto de largo plazo, sino de corto plazo. Irán no puede tener un arma nuclear”.