El proceso de remate de bienes y activos de Altos Hornos de México (AHMSA) podría enfrentar demoras significativas debido a las demandas interpuestas por ex trabajadores de la empresa, según lo indicado por Humberto Prado Montemayor, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria y la Construcción (CMIC).
Demandas laborales, un obstáculo clave
En una reunión reciente, Prado Montemayor explicó que el conciliador del caso, Víctor Manuel Aguilera Gómez, confirmó que si bien en condiciones normales el remate podría iniciarse en un plazo aproximado de seis meses, la presencia de demandas laborales cambia drásticamente el panorama.
“Se sabe que varios grupos de ex trabajadores han presentado demandas por el incumplimiento en el pago de liquidaciones. Algunas de estas demandas fueron interpuestas incluso antes de la declaratoria de quiebra, por lo que reclaman derechos laborales que deben ser atendidos dentro del proceso de Concurso Mercantil y quiebra”, señaló Prado Montemayor.
Impacto en el proceso de remate
El líder empresarial destacó que el número elevado de demandas laborales representa un desafío adicional para avanzar en el proceso.
“Es necesario atender las exigencias de los ex trabajadores y cumplir con sus derechos, lo que inevitablemente afecta los tiempos estimados para el remate de bienes”, añadió.
Asimismo, subrayó la importancia de evitar crear falsas expectativas en los ex trabajadores, quienes esperan una solución a sus reclamos laborales.
“No podemos fijar fechas sin contar con un panorama claro y definido, ya que cualquier retraso genera desilusión e incertidumbre entre las personas afectadas”, enfatizó.
Reunión con el conciliador, clave para esclarecer el panorama
Prado Montemayor indicó que la CMIC busca reunirse próximamente con Víctor Manuel Aguilera Gómez para obtener información precisa sobre el estado de las demandas en contra de AHMSA y conocer los pasos a seguir.
“Es esencial que el conciliador nos proporcione una visión detallada de cómo estas demandas impactarán el proceso. Si bien es claro que el remate se retrasará, necesitamos entender la magnitud de este retraso y las implicaciones legales”, comentó el presidente de la CMIC.
Un proceso con tiempos inciertos
El líder empresarial recordó que, en un escenario ideal donde no existieran demandas laborales, el proceso de remate podría completarse en seis meses. Sin embargo, dadas las circunstancias actuales, este plazo resulta inviable debido a las múltiples reclamaciones de ex trabajadores que buscan el pago de sus prestaciones.
“La realidad es que el impacto de las demandas laborales es innegable, y debemos trabajar con información actualizada para conocer con exactitud la situación del proceso y el tiempo que tomará resolverlo”, concluyó Prado Montemayor.
Con las demandas laborales como un factor crítico en el caso de AHMSA, el panorama para el remate de bienes y activos sigue siendo incierto, mientras los trabajadores afectados esperan justicia y cumplimiento de sus derechos.
